Comprender el PCR y el PIR: Abrazando la Era Circular

2025-12-26
Acción Sostenible
Comprender el PCR y el PIR: Abrazando la Era Circular


A medida que el mundo avanza hacia las emisiones netas cero y una economía circular, los plásticos reciclados han pasado de ser una iniciativa ambiental a convertirse en una estrategia central de ESG y una fuente clave de ventaja competitiva para las empresas. El PCR (Post-Consumer Recycled) y el PIR (Post-Industrial Recycled) son los dos materiales principales que impulsan esta transformación verde, representando el valor regenerativo del plástico en diferentes etapas de su ciclo de vida.

¿Qué son el PCR y el PIR?

El PCR (Post-Consumer Recycled Resin) se refiere a productos plásticos que han sido utilizados por los consumidores y posteriormente recolectados a través de sistemas de reciclaje. Estos materiales se reprocesan mediante clasificación, lavado, trituración y regranulación para convertirse en nuevas materias primas. Entre las fuentes comunes de PCR se incluyen botellas de bebidas, envases de leche, frascos de champú y carcasas plásticas de electrodomésticos y productos electrónicos, transformando residuos en recursos reutilizables de alto valor ambiental.

Las actividades cotidianas de reciclaje en Taiwán, donde los gobiernos locales recolectan y clasifican botellas de PET, constituyen la base de la cadena de suministro del PCR. Estas botellas transparentes pueden convertirse en fibras ecológicas para ropa deportiva o reprocesarse en pellets de PCR utilizados en envases, artículos de papelería y cajas de herramientas. Los incentivos gubernamentales y los programas de compras verdes continúan ampliando la demanda del mercado de materiales PCR.

El PIR (Post-Industrial Recycled Resin), por el contrario, proviene de los procesos de fabricación. Incluye recortes, sobrantes, bebederos y piezas de prueba que se recuperan antes de llegar al mercado de consumo, ya sea reciclados internamente o por recicladores profesionales. Gracias a su origen limpio y calidad estable, el PIR es una solución altamente eficiente para reducir desperdicios y mejorar la circularidad dentro de las líneas de producción.

Por ejemplo, muchos fabricantes de productos electrónicos, autopartes y empaques en Taiwán trituran de inmediato los bebederos, productos defectuosos y sobrantes generados durante el moldeo por inyección. Estos materiales se mezclan nuevamente con resina virgen y se reutilizan en la producción, reduciendo costos y minimizando la eliminación de residuos. De esta manera, el PIR representa un punto de entrada práctico a la economía circular industrial.

PCR: El desafío y el camino inevitable de la economía circular

A pesar de sus claros beneficios ambientales, el PCR implica un proceso de regeneración mucho más complejo que el PIR y enfrenta tres grandes desafíos:

  • Altos costos de recolección y clasificación: Los residuos plásticos postconsumo están ampliamente dispersos y requieren una extensa red de recolección —incluyendo equipos municipales, recicladores, comercios y puntos de recolección en tiendas de conveniencia— junto con sistemas avanzados de clasificación óptica para garantizar la pureza del material.
  • Contaminación y control de calidad: El PCR puede contener restos de alimentos, etiquetas adhesivas o polímeros mezclados. Las plantas de reciclaje deben aplicar procesos complejos como lavado alcalino, separación por flotación y filtración por fusión a alta temperatura.
  • Altas barreras regulatorias: Para aplicaciones en contacto con alimentos, el PCR debe cumplir con normativas estrictas como las certificaciones de la FDA (EE. UU.) o la EFSA (UE).

Aun así, el PCR reduce significativamente la huella de carbono, disminuye la dependencia de materias primas fósiles y aborda directamente el problema de los residuos plásticos. Por ello, normativas como la Directiva de Plásticos de un Solo Uso de la UE y los compromisos de marcas globales como Apple y Unilever impulsan el aumento del contenido de PCR.

El papel del PIR: pionero en eficiencia y reducción de residuos

En comparación con el PCR, el PIR destaca por su eficiencia operativa. Permite la reutilización inmediata de materiales dentro de las fábricas, de forma rápida, limpia y rentable.

Sin embargo, el PIR no aborda los residuos plásticos postconsumo y no puede lograr por sí solo una circularidad completa. En una visión de circuito cerrado, el PIR actúa como el “circuito interno”, mientras que el PCR enfrenta el “circuito externo” más complejo.

Nacido para la circularidad: la solución de preformas PET de 5 galones de KING's

A medida que el PCR adquiere mayor importancia estratégica, preparar la circularidad desde el origen de la fabricación se convierte en una responsabilidad clave. KING's Solution lo entiende profundamente. Hace más de 30 años, fuimos pioneros en maquinaria para botellas PET en Taiwán y posteriormente nos enfocamos en nuestra máquina insignia de inyección de preformas PET de 5 galones, diseñada para maximizar el valor circular del rPET desde el inicio.

Nos especializamos en preformas PET de gran tamaño utilizadas en dispensadores de agua y sistemas comerciales de agua embotellada. Estas aplicaciones funcionan bajo un sistema de reutilización de circuito cerrado, donde cada botella puede reutilizarse más de 30 veces, extendiendo significativamente su vida útil y reduciendo el plástico de un solo uso.

Cada máquina de KING's está diseñada con la sostenibilidad como principio central. Creemos que el plástico no es un residuo desechable, sino un recurso valioso para la vida moderna. La verdadera economía circular comienza en el diseño y la fabricación.

5-Gallon PET Preform Turnkey Solution

Si tiene alguna necesidad o está interesado en nuestros productos, bienvenido a contactarnos